Kingsley Amis (mediastorehouse.com).
Se trata de una novela humorística sobre
la vida de los departamentos universitarios británicos. La acción transcurre en
los años cincuenta del siglo XX, pero el lugar y la época son más o menos flexibles,
quiero decir que las ideas sobre el funcionamiento de dichos grupos humanos son
extraíbles a otros tiempos y lugares. Está narrada en tercera persona y el narrador
siempre se halla escrupulosamente situado en el punto de vista del
protagonista. Este es un joven ayudante recién llegado, y por un periodo de prueba
de dos años, al departamento de Historia Medieval de una universidad de provincias.
Vive en una pensión con otros compañeros y frecuenta, por obligación, la casa
del catedrático jefe, a quien no puede ver, aunque se cuida mucho de demostrar
su animadversión porque su empleo depende de este señor. El catedrático, un ser
muy pagado de si mismo, pedante y, en general, poco atrayente, tiene mujer e
hijos, y uno de ellos una novia de la que Jim se enamora perdidamente, sin remedio:
cae víctima de una de las pasiones más dignas de ser vividas. Para hacer
méritos académicos, Jim envía a revistas artículos de investigación, trabajos
suyos que acaban siendo vampirizados por los editores. También en el
departamento de historia ve cómo el catedrático se aprovecha continuamente de
sus facultades y su capacidad de trabajo. Jim tiene un grave problema con el
alcohol, el mismo que sufría Kingsley Amis (1922-1995): es dipsómano. Su afición
a beber sin medida genera muchos de los pasajes más divertidos de la obra.
Otros, sobre todo un trayecto en autobús situado casi al final de la novela,
son reflejo de un momento de sobriedad, muestra clara de la posibilidad de
vivir de forma libre y resultar igual de cómico si se desea. No pretendo realizar
un elogio de la abstinencia, desde luego, pues de todos es conocido cómo muchas
de las grandes obras de la literatura no hubieran existido sin la contribución
de este hábito autodestructivo.
Poco más voy a añadir. Si quiere pasar unos cuantos días con una novela desternillante y tan apasionante y apasionada como lo fue su autor, ya sabe cuál leer, a ver si, para acabar, tiene usted tanta suerte como su asendereado protagonista, un antihéroe de lo más memorable.
Kingsley
Amis, Lucky Jim, Madrid, Impedimenta, 2018. [Lucky Jim, 1953]. Traducción
de Eder Pérez Garay.
Víctor Espuny.