En febrero de 2014,
Mari Carmen y yo viajamos a Tortosa (Tarragona) para presentar una novela
titulada El proyecto de Mariano. Se
trataba de una ficción sobre una sociedad filantrópica creada en tiempos, y por
voluntad, de Mariano Téllez-Girón. Era mi primera novela y estábamos muy
ilusionados. El acto se celebraba en la 2 de Viladrich, la librería tortosina de más solera, un negocio
familiar con más de dos siglos y medio de historia. El comercio ocupa en la
actualidad un local amplio y luminoso, demasiado grande, pensábamos, imposible
de llenar. Fue una sorpresa: a la hora del comienzo de la presentación el local
estaba lleno, había incluso personas de pie. La mesa la ocupábamos mi tío Luis
y este que les escribe, y Mari Carmen sostenía un teléfono móvil con el que
grabó todo el acto. Esa grabación está colgada en You Tube, y en ella puedo ver
de nuevo a mi tío y escuchar su voz.
Luis
de Torres Espuny (1935-2020) fue el segundo hijo del matrimonio formado por
Fernando de Torres Anglés, funcionario municipal, y mi tía abuela Carmen Espuny
Aleixendri, maestra, ceremonia que tuvo lugar en Tortosa en 1932. Fue un matrimonio
por amor. Fernando era un hombre alto, atractivo, viudo y con dos hijas. Carmen
—muy guapa— tenía en el momento de casarse cuarenta y dos años. Llevaba
ejerciendo el magisterio desde que abandonara por voluntad propia la Escuela de
Bibliotecarios de Barcelona, donde había ingresado en 1920, para poder alcanzar
antes su independencia económica. Su estancia de varios cursos en esa célebre escuela
de bibliotecarios, dirigida por Eugenio D’Ors, ayudaría a crear en ella un poso
intelectual y un amor por la cultura que la acompañarían toda la vida y ella sabría
traspasar a sus hijos. Una vez casada siguió trabajando de maestra. Carmen enviudó
poco después de la guerra y fue el puntal económico de su casa, de economía
siempre humilde. A pesar de ello, dio estudios a sus dos hijos: Fernando, el
mayor, estudio derecho, y Luis, mi querido tío, Farmacia y Biología.
Apasionado
de la botánica, Luis de Torres Espuny fue profesor en institutos de Barcelona,
Badajoz y Tortosa, becario del CSIC y miembro del alemán Bundesanstalt für Vegetationskartierung [Instituto Federal de
Cartografía de la Vegetación]. Pidió la excedencia del cuerpo de catedráticos
de instituto y pasó temporadas investigando en universidades inglesas y
norteamericanas —en Cambridge, Sheffield y Madison—, donde colaboró en
programas de formación de botánicos, tarea que también desarrolló en Tortosa y Barcelona;
en la capital catalana trabajó en el Centro de Documentación y Experimentación
de las Ciencias (CDEC). A pesar de esa actividad febril, sacó tiempo de algún
sitio para crear una productora cinematográfica, participar activa y responsablemente
en los movimientos estudiantiles de 1969 y entregarse con pasión a la
interpretación dramática, pues en el carácter de Luis no parecía tener lugar el
permanecer sentado. Su paso por tantos centros de estudios e investigación ha
dejado una huella de gratitud que puede rastrearse en Internet y de la que es
fácil sentirse orgulloso. Además dejó también varios títulos imprescindibles
para el interesado en la botánica de la comarca del Bajo Ebro.
Vuelvo
a ver el vídeo de la presentación de El
proyecto de Mariano. Viajo a mi infancia. Mi tío Luis, un hombre joven, aparece
dispuesto a salir a la montaña a herborizar y me voy con él. Sonríe, cuenta
chistes, bromea. A nuestro lado pasan mariposas, abejorros; los conoce a todos.
Los atrapa delicadamente para estudiarlos y luego los deja ir indemnes. Él
respeta la naturaleza como solo lo hace quien la conoce y la ama. Era Luis de
Torres un mayor distinto a los demás, un señor inteligente, discreto y humilde,
del que no podía imaginar cuántos méritos y reconocimientos académicos poseía. Él
y su cuñada, mi tía Zoraida Burgos i Matheu —honda poetisa y narradora de las soledades
y los desiertos norteafricanos—, fueron para mí faros en la oscura realidad de
mi adolescencia y mi primera juventud. Mi más profundo agradecimiento a los dos.
Captura de pantalla del vídeo de la
presentación.
Víctor Espuny.