La autora (elcultural.com)
Libro de relatos fascinante,
sobrecogedor. El mundo creado por la autora se caracteriza por la oscuridad, la
superstición y el abuso del débil por parte del fuerte. Por el miedo. La
capital de Argentina aparece en la esta obra de Mariana Enríquez (Buenos Aires,
1973) como un lugar inhóspito, de barrios abandonados, depauperados, donde
sobrevive un número indeterminado de personas golpeadas por la vida, víctimas
de ella, espectrales. A menudo en primera persona, los cuentos están narrados
por mujeres generalmente jóvenes que centran su atención en niños desvalidos
que una vuelta de tuerca vuelve a veces terribles, desalmados, como si
devolviesen a los demás, inocentes, el maltrato del que han sido víctimas. La
mayoría de los cuentos transcurren en casas abandonadas que esconden un secreto,
tienen un vecino aterrador o están situadas en barrios muy peligrosos. Algunos
de los cuentos hablan de la violencia de género, como el inquietante Las cosas que perdimos en el fuego, de final
realmente descorazonador. Los personajes adultos principales son todos
femeninos. Cuando aparece uno masculino suele ser una persona incapaz de
comprender a la pareja y a veces también violenta, casi siempre egoísta. Muchos
de las narraciones hablan de autodestrucción y abandono, como el dedicado al fenómeno
de los hikikomori. Uno, Tela de araña, incluso añade humor, humor
negro pero te arranca una sonrisa. En cualquier caso Enríquez es capaz de crear
mundos propios muy envolventes, y hacerlo con sus palabras, los giros de la
gente en la calle. Muy recomendable.
Mariana Enríquez, Las cosas que perdimos en el fuego, Barcelona, Anagrama, 2016.
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