viernes, 25 de junio de 2021

El narrador de cuentos, de Saki

 

Bajo el seudónimo de Saki encontramos a Hector Hugh Munro (Birmania, 1870 - Francia, 1916), autor al que he llegado tras su descubrimiento en Humor fantasmal (2015), antología de Manuel Manzano para La Fuga Ediciones. El lector ya conoce las infinitas maneras que hay de ir descubriendo autores que merece la pena leer durante el tiempo tan limitado de que disponemos para ello, cada vez más escaso debido a las distracciones digitales, instaladas en artilugios pensados para impedir nuestra concentración. Malos tiempos para la lectura estos que nos ha tocado vivir: es una actividad que requiere recogimiento y muy pocos están dispuestos a prescindir durante horas del artefacto ese que, seguramente, tiene ahora mismo en la mano.

Una de las maneras de conocer autores valiosos, seguramente la más productiva, es leer, leer sin parar todo tipo de libros y, cómo no, asistir a conferencias de personas preparadas. Pero voy a dejar este tema para hablar un poco de la obra de Saki. De su vida, realmente peculiar, destacan su temprana orfandad, su pertenencia a la clase acomodada y su crianza al lado de unos familiares muy conservadores, amantes de ritos y comportamientos preestablecidos e inamovibles por la creencia en la conveniencia social de sus prácticas.

Acabo de leer El narrador de cuentos, una antología de relatos cortos de Saki publicados en cuatros obras suyas: Reginald en Rusia (1910), Crónicas de Clovis (1911), Bestias y Superbestias (1914) y Juguetes para la paz (1923). Existe una obra de Saki titulada The Storyteller (1914) que por su fecha de publicación no puede ser el original de esta traducción. El relato El narrador de cuentos, que da título a esta antología, había sido publicado en Bestias y Superbestias. Espero que alguien más versado en la obra de Saki pueda determinar y, si es tan amable, compartir con nosotros, el origen exacto de esta antología.

Saki nos cuenta con mucho humor cómo eran los personajes que conoció durante su infancia en casa de sus familiares, porque no de otra forma puede entenderse esa fijación por situar los cuentos en casas de campo apartadas y rodeadas de zonas boscosas, lugares donde se reciben invitados y se agasajan de manera más o menos generosa. Destacan cuentos en los que aparecen niños con tendencias malévolas, generalmente nacidas de un abuso de autoridad por parte de los mayores. Hay también una crítica más o menos sutil a la forma de vida victoriana en general y a instituciones tan limitadoras como el matrimonio cuando este se convierte en una simple costumbre y apenas existe comunicación entre sus miembros. Algunos relatos parecen escritos bajo la atracción que sentía Saki por su tierra natal, de la que volvió a Europa con pocos años y a la que volvió en su juventud de manera temporal.

Todos los relatos comienzan en una completa media res y su acción transcurre de forma muy ágil, por lo que su lectura es muy amena. Los finales suelen ser sorprendentes.

Muy recomendable.

 

Saki, El narrador de cuentos, Madrid, Editorial Eneida, 2009. Traducción de Javier Rodríguez Huerta.

 

Víctor Espuny.

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