jueves, 26 de septiembre de 2024

Miedo, de Stefan Zweig

Postal de la Praterstrasse en 1913 (ansichtskarten-design-kunst.de).

            Se trata de una novela corta muy intensa y atractiva. La narración está concebida en tercera persona y desde el punto de vista de la protagonista, de lo que ella ve y cree saber. Ella es Irene Wagner, una mujer joven, apenas treinta años, de clase acomodada, que reside en Viena con su marido y sus hijos pero sin implicarse en la vida familiar, como si fueran personas extrañas. Vive un romance fuera del matrimonio, y a pesar de la angustia que sufre por sus sentimientos de culpabilidad, parece que sea ella la que maneje los hilos de su vida, la que sabe cómo salir de un importante aprieto en el que se ha metido, aunque en las paginas finales el argumento da un vuelco que convierte la narración en modélica.

            Miedo refleja el ambiente de Viena durante los últimos años del Imperio Austro-Húngaro, justo antes de la Gran Guerra. Posee un comienzo ejemplar, in media res: «Al bajar por la escalera de la casa de vecindad donde vivía su amante, doña Irene volvió a sentir cómo se apoderaba de ella, en un instante, aquel absurdo miedo». No hay descripción aparente alguna, pero no necesitamos saber más de la escalera ni de Irene por el momento para que nuestra atención se quede prendada del relato, porque la fórmula de tratamiento usada para Irene y el calificativo «de vecindad» evidencian ya una oposición, un conflicto. La novela fue escrita en 1913, cuando Sigmund Freud había publicado muchas de sus principales obras y era muy conocido en Viena, donde vivió el autor de Miedo hasta cumplir la treintena. Zweig debía haber leído sus obras, y seguramente conocía al propio Freud, y estos conocimientos propiciarían su interés por la psicología de los personajes, por su análisis, su centro de atención en esta novela, la mente de Irene Wagner. Zweig saca a la luz los pensamientos de la protagonista, sus mecanismos mentales, y estos se convierten en los verdaderos protagonistas de la narración.

            Novela muy recomendable: aunque se lee en una tarde te deja impresionado para mucho tiempo.


Stefan Zweig, Miedo, Barcelona, Acantilado, 2018 [Angst, 1925, aunque fue escrita una década antes; traducción de Roberto Bravo de la Varga].


Víctor Espuny.

 

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