El
escritor egabrense Juan Valera (1824-1905), políglota y licenciado en derecho, trabajó
para la administración del Estado dentro del cuerpo diplomático. Durante su
juventud, esta actividad le llevó a residir temporadas en ciudades como
Nápoles, Lisboa, Rio de Janeiro, Dresde y San Petersburgo. A esta última viajó
en calidad de secretario de la legación diplomática encabezada por el XII duque
de Osuna, Mariano Téllez-Girón (1814-1882). El duque viajaba con el encargo de
llevar importantes documentos oficiales al emperador Alejandro II, deseoso este
último de restablecer las relaciones diplomáticas con el reino de España, rotas
tras el apoyo ofrecido por su antecesor en el trono ruso a la causa carlista.
Valera formó parte de dicha legación entre noviembre de 1856 y junio de 1857.
Además de Valera y el duque, en la legación estaban presentes, como personas
individualizables por su nombre en las cartas, Quiñones y Benjumea, ambos
servidores directos del duque Osuna, militar el primero y secretario personal
el segundo. Durante este periodo de tiempo, Juan Valera conoció lo mejor que
pudo la sociedad en la que vivía —no hablaba ruso pero la gente con la que se
relacionaba hablaba francés— y escribió interesantes y amenas cartas, algunas
de las cuales fueron publicadas sin su autorización en la prensa madrileña, le
causaron no pocos sinsabores por la franqueza de sus opiniones —creía estar
escribiendo en un ámbito privado— y propiciaron la consolidación de su prestigio
literario, pues son producto de una gran exigencia intelectual y artística. El
destinatario principal de dichas cartas fue Leopoldo Augusto de Cueto, superior
suyo en Madrid. En este artículo ofrezco al lector curioso un resumen esquemático
de estas cartas, leídas en la edición de Ángel Luis Encinas Moral (Juan Valera,
Cartas desde Rusia, Madrid, Miraguano
Ediciones, 2006). Los resúmenes, sucintos y casi telegráficos, van precedidos del
nombre de la ciudad desde donde se remite la carta, de la fecha en que se
escribe, del nombre del destinatario y del número de página donde se localiza
en la edición de Miraguano. De Cartas
desde Rusia de Valera existe al menos otra edición separada, ya clásica, en
tres volúmenes, del editor Afrodisio Aguado (Madrid, 1950), descargable en
cervantesvirtual.com.
No piense el estudiante
indolente que la lectura de estos resúmenes pueda sustituir la de las cartas,
son solo una especie de guía temática. Las Cartas
desde Rusia constituyen un monumento al amor por la escritura y una muestra
evidente de la curiosidad intelectual de don Juan Valera, así como un ejemplo
de lo pernicioso que puede resultar la difusión de opiniones personales sobre
los superiores que uno tiene en cualquier jerarquía. Pero esa es otra historia.
En cualquier caso, su lectura es muy recomendable.
Los resúmenes son los siguientes:
Berlín. 26-11-1856. Leopoldo Augusto de Cueto. 33.
Elogio de la generosidad del duque de Osuna y
del carácter alemán. Ingenuidad y entrega de las jóvenes alemanas sin recursos.
En una ópera de Wagner. Museo de Berlín. Comida con personalidades. Pérdida de
una cartera por parte de un empleado ducal. Picaresca del empleado para obtener
500 francos del duque.
Varsovia. 30-11-1856. Leopoldo Augusto de
Cueto. 44.
Primera alusión al frío. Valera se burla de Benjumea,
secretario particular del Duque, a quien llama bobo. El duque gasta 3.000
francos en pieles para abrigo suyo y de sus criados. Entrada en el Imperio
Ruso. Crítica a la acusada desigualdad social. Descripción de los cosacos.
Elogio de la belleza de las polacas. Todos los homenajean y organizan banquetes
en su honor.
San Petersburgo. 10-12-1856. Leopoldo Augusto
de Cueto. 53.
Ocho días de viaje de Varsovia a San
Petersburgo. Detalle del itinerario, poblaciones y ríos helados que cruzaron.
Elogio de San Petersburgo a su llegada: dice gustarle más que París.
San Petersburgo. 16-12-1856. Marquesa de la Paniega, madre de
Valera. 62.
Conocimiento del francés de toda la «sociedad
elegante». Son recibidos por el emperador y por la emperadora. Asisten a banquetes
y funciones de teatro.
San Petersburgo. 23-12-1856. Leopoldo Augusto de Cueto. 65.
Visitas a las Academias de Ingenieros, de Minas
y del Estado Mayor. Visita al Palacio de Invierno. Menciones de casas donde se
dan fiestas y ellos acuden, entre ellas algunas habitadas por artistas de variedades
mantenidas por hombres propietarios de grandes fortunas.
San Petersburgo. 28-12-1856. Leopoldo Augusto
de Cueto. 74.
Valera habla del frío y, por primera vez, de
volver a Madrid. Se habla de la sustitución del duque por Istúriz, pues el
duque no posee el cargo de embajador de manera oficial. Se mencionan
periódicos: La independencia belga y
el Diario de San Petersburgo. El
duque y Quiñones acuden a una revista militar. Descripciones y valoraciones de
escuelas militares y ejércitos.
San Petersburgo. 1-1-1857. Leopoldo Augusto de
Cueto. 82.
Descubre que sus cartas están siendo
publicadas; cambio a un tono menos desenfadado. Desconocimiento fuera de Rusia
de su literatura, apenas traducida. Desconocimiento de España y su cultura en
Rusia. Lujo de los grandes señores rusos. Palacio de la princesa Yussupov.
Habla de la inminente vuelta a Madrid vía Moscú.
San Petersburgo. 3-1-1857. Leopoldo Augusto de
Cueto. 90.
Visita algunas salas del Museo Imperial
(Hermitage): pintura española, joyas y pintura erótica. El duque y Quiñones
visitan un cuartel del regimiento de caballería de la Guardia Imperial, donde
se les agasaja. El duque, satisfecho, entrega 50 rublos (800 reales de v.) a
los soldados que bailaron, tocaron y cantaron en su presencia.
San Petersburgo. 6-1-1857. Leopoldo Augusto de
Cueto. 97.
Se queja de su estancia en Rusia, del frío y de
las limitaciones que conlleva no saber el idioma. Analfabetismo general de las
personas humildes y ausencia de rótulos en calles y tiendas. Descripción del
traje de los habitantes. Precios mucho más caros que en Madrid. No se
encuentran libros en español. Elogio de los miembros del colegio de sochantres
y del gusto de los rusos por la música.
San Petersburgo. 11-1-1857. Leopoldo Augusto de
Cueto. 105.
Alusión al cumplimiento satisfactorio de la
misión que les había llevado allí, la entrega de unas cartas, y al deseo de
volver ya a España. El duque, sin embargo, quiere ser nombrado embajador
titular y los rusos desean el establecimiento de una legación permanente. El
duque busca casa para alquilar. Valera pide que le envíen un permiso para
volver solo. Habla de la vida en sociedad y de la manera de galantear del
duque. También de las fotos que Clifford hizo de sus posesiones, que el duque
muestra para presumir. Nueva visita al Hermitage: salas de pintura italiana y
de numismática.
San Petersburgo. 16-1-1857. Leopoldo Augusto de
Cueto. 117.
Vuelve a expresar su deseo de volver a España.
Pide que sus cartas dejen de publicarse porque no quiere herir a nadie ni
dejarse llevar por la vanidad literaria y hacer cartas demasiado serias y
eruditas. Habla de los principales autores que conviene leer para conocer
Rusia. Dedica la mayor parte de la carta a elogiar el porte de los militares
rusos y la vistosidad de sus uniformes.
San Petersburgo. 20-1-1857. Leopoldo Augusto de
Cueto. 125.
Problemas en su salud por el frío. Amistad que
entabla con algún literato ruso de segunda fila. Exportaciones de España a
Rusia (azúcar, vinos, pasas…). Inclusión oficial del duque en las listas del
cuerpo diplomático. Lluvia de invitaciones a celebraciones. Tiendas de
productos rusos. Población de Rusia. Idea que los rusos tienen de otros países.
Orgullo nacional. Admiración por lo francés entre las clases altas. Elogio de
la obra de Pushkin. Enfado que tiene porque se hayan publicado sus cartas: las
burlas que ha hecho del duque y de Quiñones le han enemistados con ellos.
San Petersburgo. 23-1-1857. Leopoldo Augusto de
Cueto. 134.
Se queja de la situación en la que está en
Rusia, incómoda. Visitas al Palacio de Mármol, al palacio de la Gran Duquesa
María y a la Biblioteca Pública Imperial. Ucase del emperador que contiene una
nueva regulación de los empleos públicos. Noticia del fallecimiento del conde
Strogonov, del Consejo del Imperio.
San Petersburgo. 26-1-1857. Leopoldo Augusto de
Cueto. 140.
Historia del monasterio de san Alejandro
Nevski. Entierro del conde Strogonov con asistencia de las máximas autoridades
(Emperador y Gran duque incluidos) y todo el cuerpo diplomático uniformado.
Visita al Almirantazgo y a una Academia de Arquitectura Naval. Importancia de
los alemanes integrados en Rusia como cabezas pensantes, panaderos y hasta
prostitutas de cierta altura: las rusas son las más sucias y baratas. (El punto
de vista de las mujeres que tiene Valera es el generalizado en la época). El
autor espera que nadie en Rusia abra y lea su carta porque no deja a los rusos
en muy buen lugar.
San Petersburgo. 28-1-1857. Leopoldo Augusto de
Cueto. 145.
Anuncio de un intercambio de condecoraciones
para personajes de los dos países. El duque ha alquilado una casa junto al Neva
por la que paga 1200 rublos al mes, 19.200 reales según mis cuentas.
Descripción y localización exacta de la casa. Alude a las mujeres que corteja
el duque con poco éxito —en una de ellas ha gastado ya 12 o 13.000 francos— y a
las comidas que está empezando a dar. Valera vuelve a pedir que le trasladen a
España, que él se ve de más allí, como ve de más al resto de la legación
española, oficialmente inexistente. Vuelve a quejarse de la malquerencia que le
tiene el duque y de lo mal que sienta aquello a su salud. Leyendo sus cartas
nadie las supondría escritas por alguien de solo treinta y tres años.
San Petersburgo. 31-1-1857. Leopoldo Augusto de
Cueto. 148.
Vuelve a hablar del posible intercambio de
condecoraciones, una de ellas para Narváez. Nueva referencia a La Independencia Belga, periódico muy
crítico con España. Nueva referencia a la situación del duque como embajador
extraordinario, no oficial. Visita a Cronstadt, en la desembocadura del Neva.
Tremenda aventura corrida en el mar helado, por donde volvieron de noche y en
trineo.
San Petersburgo. 2-2-1857. Leopoldo Augusto de
Cueto. 156.
Acuden a carreras de trineos tirados por caballos
trotones sobre el Neva. Practican deportes de invierno. Elogio de los
alrededores de San Petersburgo, ahora cubiertos de nieve y hielo. Añoranza de
la primavera. Carta corta y, en general, elogiosa para Rusia y sus habitantes.
San Petersburgo. 5-2-1857. Leopoldo Augusto de
Cueto. 159.
Elogio de las damas rusas. Curiosidad del autor
por todo lo nuevo que va descubriendo. Lamento por no saber ruso.
Publicaciones. Diserta sobre la historia de la literatura rusa. Menciona El Norte de Bruselas, medio de difusión
de noticias del gobierno imperial. Habla del desarrollo del ferrocarril en
Rusia. Visita a la ciudadela de San Petersburgo, que alberga la Casa de la
Moneda; descripción del proceso completo de acuñación. Lamento por la falta en
España del reconocimiento público de los individuos de mérito.
San Petersburgo. 12-2-1857. Leopoldo Augusto de
Cueto. 168.
Carta de gran unidad temática. Trata de la
religión en Rusia, de su tipo de cristianismo, de su historia y de las
diferencias doctrinales con el catolicismo. Entabla amistad con el erudito
Muraviev.
San Petersburgo. 18-2-1857. Leopoldo Augusto de
Cueto. 179.
Habla de la gran animación existente, de la
cantidad de bailes que se dan antes del inicio de la cuaresma. Afición de las
señoras rusas por las joyas y su ostentación. Preparación intelectual de las
mujeres de la alta sociedad, muchas políglotas. Afición por el juego del
secretario. Pintores rusos de mérito con obras en el Hermitage. Escultura antigua
en este mismo museo. En un añadido final comenta que no ve publicadas sus
cartas en los periódicos y tampoco sabe si las recibe Leopoldo Augusto de
Cueto, por lo que teme estar escribiendo para nadie. El duque va a dar una gran
comida. Había sido anunciada en los periódicos.
San Petersburgo. 23-2-1857. Leopoldo Augusto de
Cueto. 189.
A Varela se le ha comunicado que debe continuar
en San Petersburgo. El duque ha dado una comida el sábado 21 en honor del
príncipe Gortchakov. Asisten muchos miembros de la aristocracia y los jefes de
misiones diplomáticas, pero no menciona nada extraordinario sobre ella relativo
a despilfarro u ostentación. El príncipe Galitzin, futuro embajador ruso en
España, asistió también. Habla de nuevo de condecoraciones rusas para
personajes españoles. Puede que el duque dé un baile: hasta ahora no lo ha
hecho por no tener «lacayos de gran librea ni toda aquella pompa que conviene y
aquí se usa». Gortchakov asegura al duque que, en caso de dar el baile, la
posibilidad de que el emperador acudiera era muy alta, algo que, de producirse,
constituiría una distinción muy relevante para un extranjero. El duque ha ido
con el emperador a la caza del oso. Varela vuelve a burlarse del duque. Vuelve
a mencionar el Journal de
Saint-Pétersbourg.
San Petersburgo. 28-2-1857. Leopoldo Augusto de
Cueto. 193.
Siguen los bailes de carnaval. Encomio de la
belleza de las rusas, afeada, eso sí, por el mal estado de sus dientes,
producto de la desmedida afición por los dulces. El duque ha dado otra comida,
en este caso para agasajar al príncipe Galitzin y su mujer, que marchan a
Madrid. Acuden los secretarios de las legaciones diplomáticas. Baile organizado
por el embajador de Francia [Morny] al que acude el emperador. Formas de
divertirse de la gente humilde (una especie de feria). Nueva disertación sobre
la obra de Muraviev y la naturaleza e historia de la iglesia ortodoxa y sus
sectas.
San Petersburgo. 1-3-1857. Leopoldo Augusto de
Cueto. 200.
Valera dice haber recuperado el favor del
duque. A continuación menciona la existencia de una «conspiración» a favor del
duque como embajador encabezada por el emperador. Habla de la inquina que le
sigue teniendo Quiñones, y cómo él intenta ceder en todo para volver a
ganárselo. Conversaciones sobre España mantenidas con los príncipes Gortchakov
y Galitzin.
San Petersburgo. 4-3-1857. Leopoldo Augusto de
Cueto. 204.
Valera comenta que el duque expresa
continuamente su deseo de ser nombrado embajador y, cuando lo sea, viajar unos
meses a París y Madrid para atender a sus asuntos y volver con el «séquito de
lacayos conducente a no ser menos en nada que Monsieur de Morny», [Charles de
Morny (1811-1865), diplomático y hombre de negocios francés casado en enero de
1857 en San Petersburgo con la princesa Troubetskoï]. Vuelve a hablar del deseo
que todas tienen de que el duque dé un baile y de que este no lo da por no
poseer el aparato necesario (libreas, etc.). Critica la falta de gusto y finura
de Morny, que al duque le sobra. Valera habla de quién correrá con los gastos
que suponen los nuevos miembros de la legación diplomática: el Estado. El duque
no piensa alquilar otra casa para ellos, les dará solo de comer.
San Petersburgo. 5-3-1857. Leopoldo Augusto de
Cueto. 209.
Primeras señales de deshielo en el río Neva.
Descripción de los ritos cuaresmales y de la estricta penitencia seguida por
los rusos, sobre todo por la gente más humilde y durante la primera semana,
cuando no hay actividad social alguna. Nueva mención de las sectas religiosas
y, en este caso, relación que guardan algunas de ellas con doctrinas de Extremo
Oriente. Mención de un importante orientalista, Kassovich, y del salón de la
Biblioteca Imperial dedicado a la Etnografía, que tiene a su cargo. Visita a
los salones del Hermitage dedicados a escultores extranjeros modernos.
San Petersburgo. 12-3-1857. Leopoldo Augusto de
Cueto. 216.
Cierta relajación en la segunda semana
cuaresmal. Elogio de la práctica de los cuadros vivos (posturas plásticas).
Presencia del protestantismo en Rusia por influencia alemana. Creencias y
sectas. Descripción de impresionantes celebraciones religiosas.
San Petersburgo. 20-3-1857. Leopoldo Augusto de
Cueto. 224.
Relato de la visita a la Academia de Ciencias,
un museo de ciencias naturales (zoología, meteoritos, mineralogía). Elogio de
su biblioteca, muy rica en libros chinos y tibetanos. Crítica a la falta de
estudiosos españoles en este y otros campos, como el hebraísmo y el arabismo,
teóricamente más cercanos y asequibles. Se queja Valera de la falta de envío de
los toisones para los rusos a cambio de los cordones de San Andrés
(condecoraciones rusas) concedidos a personajes españoles. El duque está muy
dolido y preocupado por esa aparente falta de correspondencia.
San Petersburgo. 24-3-1857. Leopoldo Augusto de
Cueto. 231.
Vuelve a salir la cuestión de las
condecoraciones (una banda y dos toisones), que no llegan y el duque está muy
enfadado por ello. Valera piensa que están haciendo el ridículo en este asunto.
Habla de las cartas que el duque intercambia con Narváez (duque de Valencia)
sobre este particular. Mención de los manuscritos españoles de la Biblioteca
Imperial, que piensa visitar el autor egabrense. Habla de un bibliófilo llamado
Sobolevski, hispanista ruso, que cree en la existencia entre ellos de una obra
inédita de Calderón. Valera traía para él una carta de Mérimée.
San Petersburgo. 26-3-1857. Leopoldo Augusto de
Cueto. 236.
Valera se reafirma en sus deseos de dejar la
legación diplomática en San Petersburgo. Los petersburgueses que pueden viajar
esperan con ilusión el deshielo del Báltico para hacerlo. Visita a las
caballerizas de la Casa Imperial, donde hay más dos mil caballos de tiro y de
silla. Visita a una fábrica de armas y a un arsenal. Nueva mención de
Sobolevski.
San Petersburgo. 27-3-1857. Leopoldo Augusto de
Cueto. 238.
Nueva a alusión a la banda y los toisones que
se esperan de España. La princesa de Galitzin ha caído enferma en Dresde, donde
el matrimonio ha detenido su viaje hacia España. El resto de la carta está
dedicado a la animadversión que el duque siente hacia Valera y a reiterar la
necesidad del envío de las condecoraciones.
San Petersburgo. 30-3-1857. Leopoldo Augusto de
Cueto. 241.
Descripción de la fiesta celebrada con motivo
del aniversario (87º) de la creación del «club inglés». Nueva mención al
disgusto que tiene el duque por la publicación de estas cartas. Actividades
literarias sobre Rusia de Quiñones y Benjumea, al cual tacha de poco menos que
revolucionario. Habla también, como ensayista, del cocinero del barón Fabrice,
de Sajonia, astrónomo, químico y antropólogo además de cocinero. El duque ha
comprado una colección de biblias por 177 rublos de plata, precio muy económico.
San Petersburgo. 6-4-1857. Leopoldo Augusto de
Cueto. 248.
Por fin los rusos han entregado sus
condecoraciones. El duque cada vez desconfía más de Valera, según este
condicionado por Quiñones. Valera cree estar enamorado de una actriz francesa cuyo
nombre no menciona; da a entender que el duque también la pretende. Descripción
de una curiosa costumbre prenupcial de las mujeres circasianas relacionada con
la salvaguarda de su integridad himenea.
San Petersburgo. 13-4-1857. Leopoldo Augusto de
Cueto. 251.
Carta excepcional, distinta a las demás. En
ella cuenta Valera sus frustrados amores con la actriz francesa Magdalena
Brohan, amores insinuados en la carta anterior. Es novelesca, romántica y de
las más extensas. «Si no lo cuento voy a reventar. Es menester que me desahogue,
que me quite este peso de encima. Nada podría escribir a usted si no escribiese
de este amor». (pág. 251).
San Petersburgo. 15-4-1857. Leopoldo Augusto de
Cueto. 265.
Dice que ya ha superado su mal de amores. El
Neva se ha deshelado: llega la primavera. Ha fallecido Tengoborski, célebre
economista ruso, empleado en la reforma de los aranceles. Mención crítica a
Obrescov, estadístico. Párrafo dedicado a la nobleza y a la crucial cuestión de
la emancipación de los siervos; breve historia del sistema ruso de servidumbre.
Privilegios legales de los nobles. Peculiaridades del código penal ruso.
San Petersburgo. 18-4-1857. Leopoldo Augusto de
Cueto. 271.
Crítica a la forma de celebrar la Semana Santa
en Rusia por parte de los privilegiados, de manera estrictamente recogida:
nadie recibe; además todas las tiendas están abiertas durante el Viernes Santo.
Patriotismo y antipolaquismo de la población. Antijesuitismo. Los rusos le
parecen ahora personas de poco mérito e instrucción. Consejos para mejorar la
administración del país. Alusión al mundo de la escritura en Rusia. Menciona a
Turgueniev, Purshkin, Lérmontov y Gógol, aunque pone por encima de todos a Sergio
Sobolevski . Ya se ve emprendiendo el viaje de vuelta a España, «en cuanto
llegue Diosdado» (pág. 281).
San Petersburgo. 20-4-1857. Leopoldo Augusto de
Cueto. 281.
Lamenta haber escrito sobre la falta de
religiosidad de la población en la carta anterior, escrita antes de conocer las
celebraciones de la noche del Sábado de Gloria. Las vive en casa del conde de
Chemeretiev y las describe pormenorizadamente. La primavera ha llegado y los
coches de caballos han sustituido a los trineos. Costumbre de regalar huevos de
pascua también en Rusia. Descripción de la ceremonia de los oficios en la gran
catedral de San Alejandro Nevski. Enfado del duque porque no llegan sus
credenciales de embajador, cargo que insiste en desempeñar, según Valera.
San Petersburgo. 23-4-1857. Leopoldo Augusto de
Cueto. 289.
Valera ha vuelto a visitar a la Brohan, ahora
muy triste porque alguien le ha dicho a su amante parisino que se había vendido
—literal— el duque de Osuna, algo que Valera cree falso. El amante parisino la
ha rechazado por medio de una carta. Valera intenta consolarla pero la entrega
a medias de la mujer acaba por soliviantarlo e intenta forzarla, violencia que
produce el enfriamiento de sus relaciones, seguramente definitivo. Vuelve a
quejarse del frío, que ha vuelto (-18º). Los canales vuelven a estar helados, aunque el Neva aún resiste por la
fuerza de la corriente. El duque está triste porque no puede hacer visitas ni
asistir a paradas militares. Valera intenta animar el comercio del azogue entre
España y Rusia, donde no hay. Diosdado ha llegado por fin; no trae la banda de
María Luisa.
San Petersburgo. 25-4-1857. Leopoldo Augusto de
Cueto. 294.
Cuestiones de aranceles de productos rusos y
españoles, negociaciones. Nueva mención a los manuscritos españoles en la Biblioteca
Imperial. Valera ve imposible copiar la comedia de Calderón y las cartas de
Felipe II, como se le pide. Referencias a otras valiosas colecciones de
manuscritos. Comentarios sobre la nobleza rusa y sus relaciones con los siervos
y el gobierno, poderosa máquina burocrática. Valera ve a este país con unas
características muy acusadas y un potencial inmenso. Menciona un proyecto de
ferrocarril que llegaría al Pacífico.
San Petersburgo. 29-4-1857. Leopoldo Augusto de
Cueto. 298.
Valera acompaña esta carta con algunas de
Felipe II copiadas de su mano porque no encuentra quién lo haga. Nuevo elogio
de los manuscritos raros y preciosos que guarda la Biblioteca Imperial, de los
cuales hay catálogo. Afición de los rusos al estudio de las lenguas y las culturales
orientales. Visita a la Academia de Bellas Artes; bajo nivel de los pintores
rusos. Elogio de una ópera de Glinka —La vida por el zar— y del amor a la
patria de los rusos en contraposición a los españoles. Vuelta a las relaciones
con la Brohan, compartida con el duque. Este se ha gastado, según dicen, 3.000
o 4.000 rublos en la conquista, infructuosa, de la Théric, otra actriz; su
nombre había aparecido mencionado en la carta del 13 de abril. Nueva alusión a
la inquina que el duque guarda hacia Valera a costa de las cartas. Valera
vuelve a pedir que nombren embajador al duque, el cual lo solicita
continuamente por haber tomado gran afición el Emperador y a esta ciudad.
San Petersburgo. 1-5-1857. Leopoldo Augusto de
Cueto. 305.
Teme la posible pérdida de la mayoría de sus
cartas, pues no tiene constancia de que hayan llegado a Madrid; el duque y
Quiñones se quejan de lo mismo. Envía con esta carta otras doce de Felipe II,
cuya lectura y copia —dice— le están viniendo bien para volver más castizo su lenguaje,
demasiado extranjerizado últimamente. Ahora sí menciona la existencia de un
catálogo de manuscritos españoles de la Biblioteca Imperial; se propone hacer
que se lo copien. Diosdado colabora en los copiados. No aparece la comedia de
Calderón que Sobolevski mencionó. Nueva mención a las relaciones con la Brohan,
suyas y del duque.
San Petersburgo. 2-5-1857. Leopoldo Augusto de
Cueto. 307.
Vuelve el tema de las condecoraciones porque
algunos de los personajes rusos no están satisfechos con la de Carlos III
concedida y aspiran a un Toisón. Estaría bien que mandasen don grandes cruces
de Isabel la Católica para premiar a funcionarios rusos del Ministerio de
Asuntos Exteriores en agradecimiento a la posible rebaja de aranceles a los
productos españoles en que se está trabajando; en dos días habrá una reunión
sobre este asunto comercial. Vuelve a preguntarse por qué no vienen las
credenciales de embajador para el duque, a quien todos quieren mucho en San
Petersburgo «por su amabilidad, magnificencia, títulos, cocinero y otras
prendas» (pág. 308). La elección de Javier Istúriz para el puesto aún no había
sido descartada. Valera defiende a Istúriz.
San Petersburgo. 15-5-1857. Leopoldo Augusto de
Cueto. 309.
Carta escrita en la Biblioteca Imperial, donde
Valera se encuentra por el interés que presentan los manuscritos españoles, a
los que quisiera dedicar mucho más tiempo. Toda la carta está dedicada a ellos.
Dice haber encomendado la copia del catálogo de manuscritos españoles a un
empleado de la biblioteca para poder llevarla cuando parta hacia España. La
carta acaba con la copia de un romance satírico que parece del siglo XVII.
San Petersburgo. 18-5-1857. Leopoldo Augusto de
Cueto. 315.
Aunque fechada el 18, la primera parte de la
carta, dedicada exclusivamente al asunto del intercambio de condecoraciones
entre los dos países, fue escrita el 7 de mayo, víspera de la salida de Valera
hacia Moscú. En estos momentos el autor ya no pertenece oficialmente a la
legación española. Descripción del viaje entre San Petersburgo y Moscú en tren
(20 horas). Reflexiones sobre la dura vida de los campesinos rusos. Primeras
impresiones de Moscú. Visita al Kremlin. Descripción de la Catedral de San
Basilio. Leyenda sobre la suerte corrida por los ojos de su trazador. Visita a
la condesa de Rostopchin, poetisa. Reflexiones sobre las mujeres rusas.
Observaciones sobre los droski (coches) y sus aurigas. Elogio de las fondas o
posadas de Moscú. Admiración de las dotes artísticas de los gitanos rusos,
superiores a las de los españoles. La carta acaba de forma abrupta. Es la más
extensa de todas.
Berlín. 10-6-1857.
Mariano Díaz (íntimo amigo de Valera). 340.
De nuevo en San Petersburgo, visita lugares
amenos y en su estado primaveral, como Peterhov, Tsarskoye-Seló y el delta del
Neva y sus islas. Valera, libre ya de sus obligaciones, vuelve a verlo todo
positivo y único en el mundo. Crítica a la plétora de generales, condecoraciones
y príncipes. Nueva mención a los manuscritos españoles de la Biblioteca
Imperial de San Petersburgo y a su catálogo, en el que destaca la Relación del Almirante de Aragón sobre su
embajada a Polonia en 1596, cuya copia ha sido recomendada por Valera a
Benjumea, secretario particular del duque, pocas veces citado en estas cartas y
siempre en tono de burla. Elogio de la colección de armas del palacio de
Tsárskoye-Seló (palacio de verano de los zares). Visita al palacio de Pávlovsk.
Viaje entre San Petersburgo y Berlín, de tres días. Razones por la cuales ha
hecho el viaje de forma tan incómoda. Nuevas alusiones a la inquina que le
guarda el duque, a quien Valera no logra entender y no guarda rencor en
absoluto. Devaneos del duque con las mujeres. Mención del itinerario que piensa
seguir hasta París.
Frankfurt. 20-6-1857. Ramón de Campoamor. 349.
Reflexiones sobre el estilo epistolar y los
disgustos que le ha acarreado el escribir cartas. Ruego al destinatario de que
no publique ninguna suya. Declara su intención de trabajar para el periódico de
Campoamor a su llegada a Madrid —creo que se refiere a El Estado— y de escribir un libro sobre su estancia en Rusia.
Elogio de los paisajes alemanes, de sus artistas y del carácter alemán en
general. La carta está inconclusa.
París. 23-6-1857. Destinatario poco claro. 353.
Prosigue en esta con los elogios a Alemania y,
en especial, a la ciudad de Frankfurt y alrededores. Encuentro con Javier
Istúriz, que vive en su mismo hotel parisino (hotel Mirabeau).
Imagen de San Petersburgo que acompaña este
texto artículo (kimkim.com).
Víctor Espuny.
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