El autor en plena faena (Foto: bohemia.cu)
Como
ya conté en otro sitio, Alejo Carpentier (1904-1980) fue uno de los
autores que me despertó el gusto por el español de América. Su prosa es
realmente luminosa, olorosa y sonora. Las frases de Carpentier dejan un poso cálido
y dulce en el alma del lector, un temblor de la otra orilla. Este autor cubano es
amante de la historia y a menudo la usa como armazón de sus narraciones. La
ambientación de sus relatos, fruto de una rigurosa documentación fraguada a lo
largo de incontables lecturas, está muy trabajada.
El relato Viaje a la semilla, sin embargo, destaca por una muy personal
utilización del tiempo. Ignoro, como tantas cosas, si existen precedentes de
relatos, digamos, inversos, imagino que sí, pero no conozco ninguno anterior a
1944, momento de su escritura. Como ya sabrá el lector, o habrá deducido por el
título del relato, Viaje a la semilla
trata de una especie de rejuvenecimiento general de la cosas, no solo de las
personas. La acción, salvo en los capítulos inicial y final, «avanza» hacia atrás,
progresa regresando. La intención de Carpentier escondida en esta argucia
técnica parece ser de denuncia social y de resolución de conflictos. Desandamos
el camino para reiniciarlo y poder solventar los errores, elegir bien en los
cruces donde nos equivocamos, volver al principio de las cosas, cuando todos podíamos
ser iguales y el color de la piel no era decisivo, una marca de nacimiento que
facilita o complica la existencia. Ideas así eran predecibles en una sociedad
como la cubana, uno de los últimos países donde se abolió la esclavitud. La
genialidad de Carpentier está en la forma de contarlo.
En
cuanto al ejemplar del libro, es una edición barata, de economía se
subsistencia. De pastas de simple cartón, está mal encuadernado, demasiada goma
para pegar el cartón a los cuadernillos. Sus hojas huelen a húmedo, sus páginas
amarillean. Por una nota escrita a bolígrafo se sabe que uno de sus anteriores
dueños, Mercedes, lo compró en Budapest en el verano de 1981. Posee un alma
especial.
Alejo Carpentier, Viaje a la semilla, relato incluido en Cuentos, La Habana, Editorial Letras Cubanas, 1979, págs. 64 a 78.
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