El autor. (Foto, diario ABC)
Novela
corta, o relato largo —no sé cómo llamar a esta narración atendiendo a su
extensión—, publicada por primera vez en 1973. Cuenta los hechos que llevaron ante
los tribunales al capitán Valentín de Basterra, marino español radicado en el
Caribe en la primera mitad del siglo XIX. El personaje es ficticio, creo, pero
debe estar directamente inspirado en alguno real. También pueden estarlo sus
peripecias vitales.
Basterra
es un hombre cabal, serio, de pocas palabras. Ha conseguido una muy buena
reputación entre los armadores de barcos, todos lanzados a una fructífera carrera
comercial en la zona tras la independencia de casi todas las colonias españolas.
Pero su expediente se ha visto manchado por una falta muy grave, delito cuyo
conocimiento constituye el impulso de la narración. Por supuesto, su naturaleza
no se desvela hasta el final. Tanto la construcción del personaje como la
ambientación recuerdan mucho a las novelas marítimas de Joseph Conrad, maestro
de varias generaciones de narradores. Destaca, a mi entender, la documentación
realizada por Benet (1927-1993), previa a la escritura, del mundo de la
navegación a vela. El lector de tierra adentro poco conocedor de un vocabulario
tan específico verá durante la lectura cómo se afianzan sus conocimientos
léxicos, y al final del libro tendrá ya casi fijados los significados de muchas
palabras usuales en ese mundo. Sabrá ya por fin y para siempre dónde queda la
proa, dónde estribor, o cuáles son los palos de mesana o trinquete y qué
significa navegar de bolina. Otro de los atractivos de la narración radica en
la personalidad de Basterra, apuntada antes. Basterra es una persona muy bien
intencionada que sobrevive con tacto y mesura en un mundo a menudo despiadado.
Posee un corazón de oro que puede traicionarle.
En
el debe de la obra pondría la habitual farragosa sintaxis en Benet, que parecía
complacerse en complicar la compresión del texto (y esta obra no es de la suyas
realmente complicadas). En el haber, y siempre en el campo de la expresión, el
amor de Benet por la palabra justa, a veces tecnicismos ajenos al saber del
lector medio. En cualquier caso, una lectura muy recomendable.
Juan Benet, Sub
rosa, Madrid, Alianza Editorial, 1994.
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