Las
historias de aprendizaje siempre son bienvenidas. Personas muy jóvenes se
enfrentan a circunstancias graves que las obligan a madurar para poder superarlas. Quizá sea este el asunto principal de The
Farewell, la despedida, la delicada película a la que van dedicadas estas
líneas. Su directora y guionista, Lulu Wang, cuenta el drama personal que
supuso para ella su pertenencia a ese millonario grupo de personas nacidas en
China, donde vivieron su infancia y crearon fuertes lazos afectivos con los
abuelos, para ser transportadas luego junto a sus padres a un país nuevo,
generalmente occidental, de cultura, idioma y costumbres muy diferentes. Un país, además, muy lejano. El
relato está contado desde el punto de vista de la protagonista, una chica de
unos veinte años interpretada de manera transparente, como si estuviéramos
asistiendo a escenas de la vida real, por la polifacética actriz china-estadounidense
Awkwafina. Esta y Shuzhen Zhou, la actriz que interpreta a la abuela, realizan
trabajos sobresalientes. La nieta, reacia al principio del relato a dar por
buena la costumbre china que defiende la mentira piadosa en el caso de
enfermedad grave, acaba entendiendo el porqué de esa costumbre --su
coherencia con la forma de pensar de su país de origen-- y plenamente
identificada con ella.
La película está rodada en dos
idiomas, inglés y chino mandarín. Si el visionado de películas en versión
original siempre es aconsejable, en este caso es ineludible. La existencia de
esos dos idiomas, y el necesario uso de uno u otro en circunstancias concretas,
forma parte esencial de la trama, supone elementos argumentales que se perderían
si la película fuera doblada. La directora aprovecha la cinta para criticar el
desaforado desarrollismo chino, que ha destruido de manera inmisericorde
barrios enteros, y con ello los escenarios vitales de tanta gente, y ha
recolocado a los habitantes del país en inhabitables y fríos edificios colmena.
También aprovecha la ocasión para criticar la corrupción y el nacimiento de un
tipo de hombres que se ha hecho millonario en muy poco tiempo, un calco del
modo de vida occidental. Hay una secuencia en un hotel en la que la
protagonista entrevé por una puerta entornada una timba de cartas en la que
hombres ya barrigones y adocenados están rodeados de jóvenes prostitutas. La
protagonista y una de aquellas mujeres cruzan la mirada y el espectador no puede
dejar de comparar el futuro que les espera a las dos. La película está llena de
este tipo sutil de llamadas a la reflexión.
Y
sobre todos los temas secundarios sobrevuela feliz el amor a la madre y a la
abuela, que nos salvan a todos.
The
Farewell, dirección y guión de Lulu Wang, Estados Unidos, 2019.
No hay comentarios:
Publicar un comentario