Foto V. Espuny
Relato, en primera persona, de
las sensaciones experimentadas por un niño de siete años durante un día de
invierno de 1956 en Valencia. Ese día se celebra una fiesta de
cumpleaños a la que acuden todos los mayores de la familia. El narrador la vive
de la manera ignorante del mundo adulto que suelen vivir los niños, su conocimiento
limitado con el fin de evitar la indiscreción natural que acompaña esa etapa de
la vida. Y quizá, también, las preocupaciones y el sufrimiento. Los infantes
conocen solo una parte de la historia. El niño de El año que nevó en Valencia, el mismo Rafael Chirbes (1949-2015) se
supone, advierte comportamientos extraños, llenos de misterio, que solo el paso
del tiempo logrará explicar. Por ejemplo, las razones que llevan a celebrar ese
año el cumpleaños del tío Pablo, de cincuenta y seis años, o el alejamiento de
la madre del niño del tío Antonio, tan simpático con él, y su suplantación por
un señor ajeno a la familia. El texto, de apenas cuarenta páginas, está cuajado
de referencias a esos temores y a todas esas angustiosas preguntas que suelen
hacerse los niños más sensibles, a menudo dolidos por la falta de confianza de los mayores en ellos. Interesante.
Rafael Chirbes, El año que nevó en Valencia, Barcelona, Anagrama, 2017.
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